Un pastel de puerros con hojaldre es la receta perfecta para reanudar el ritmo de publicación semanal que normalmente llevo en el blog.
Han sido días intensos en lo personal, que no han hecho posible acudir a mi cita semanal. Días en que faltar a mi post semanal se me ha hecho cuesta arriba.
Y precisamente, para intentar coger ritmo te traigo una receta sencilla, deliciosa y que vengo haciendo de siempre porque el resultado es fantástico y con poco esfuerzo ya verás.
El pastel de puerros con hojaldre es una de las recetas tradicionales de mi casa, como casi todas las tartas saladas, que recuerdo de mi niñez.
En todas ellas ocurría la magia con muy pocos ingredientes y una base crujiente, en forma de quiche de puerros, unas veces, que también te recomiendo o en forma de pastel de puerros, con base de hojaldre.
El puerro es esa hortaliza comodín que sirve para todo y que en casa no falta nunca como tampoco faltaba en la de mi madre o mi abuela.
De ambas he oído siempre decir que si en casa había cebolla, ajo y puerros no había mal guiso.
Es cierto que el puerro es una hortaliza fina y suave que puede consumirse cruda si se pica finamente. De hecho, si te fijas bien en las fotos, sobre el pastel de puerros con hojaldre hay una picada de puerro crudo. Me gusta y creo que aporta sabor.
Del puerro podemos aprovechar casi todo. Su parte blanca que suele ser la más tierna, para las recetas en que son protagonistas, como en vinagreta; la parte verde que es más dura se emplea en caldos guisos y potajes a los que da excelente sabor.
Es una hortaliza que puedes encontrar con facilidad en cualquier mercado, asequible y muy sana.
Quizá sólo haya que tener especial cuidado en su limpieza, sobre todo en su parte más verde, que puede acumular tierra o barro.
Un receta de pastel de puerros casero, súper sencilla, que podrás tomar como más te guste en caliente o frío y de un día para otro.
Es perfecta para llevar fuera de casa, para alguna celebración o simplemente en tu tupper a la oficina resulta estupenda.
El pastel de puerros es ideal para cenas o para acompañamiento de platos de carne o pescado.
Una quiché o pastel salado es una elaboración indispensable en cualquier época del año; son fáciles y versátiles, permitiéndote improvisar un primer plato con cualquier verdura que tengas a mano.
Ambos son una opción estupenda para dejar preparado de antemano, si no puedes preparar comida.
No hay verdura que no pueda ser protagonista en una tarta salada.
También es una buena forma de dar salida a aquellas verduras que al final acaban quedando olvidadas en el cajón de tu nevera.
Por lo tanto es una gran receta de cocina de aprovechamiento.
Son muy apreciados por niños y mayores. Aquellos, sobre todo, porque ven cómo las verduras se camuflan bajo el huevo y algún lácteo como nata o requesón, en mi opción más sana.
Perfectas para tomar en cenas informales con amigos a modo de picoteo, son la alternativa a los sándwiches y canapés.
En definitiva es un pastel de puerros con hojaldre y requesón en su versión más saludable, sustituyendo la nata o crema fresca por el requesón.
El requesón es un producto lácteo, obtenido a partir del suero fermentado del queso. Es un alimento más rico en proteínas que la leche y el yogur y su contenido en grasa, muy inferior.
Es por todo ello, apropiado en dietas bajas en calorías, grasas y colesterol así como muy fácil de digerir.
Supongo que a estas alturas te habrás animado a hacer un pastel para el fin de semana. Te resolverá cualquier comida y podrás disponer de tu tiempo libre, sin agobios.
Es estupendo también para tomar el viernes en una cena informal en familia o con amigos.
Receta casera de pastel de puerros con hojaldre
Aquí tienes una receta casera, fácil y sana que se convertirá en una de tus favoritas.
A su sencillez se une el sabor delicado del puerro y el requesón.
Es tan fácil como un juego de niños. Apenas tendrás que mezclar unos pocos ingredientes básicos y directo al horno hasta que dore, así de fácil.
Primero, precalienta tu horno a 200º, al tiempo que sacas tu placa de hojaldre del frigorífico para que se atempere.
Mientras, limpia unos puerros bajo el grifo para quitar la tierra, si la tuvieran, seguido, hacer una incisión en forma de cruz en su parte verde.
Una vez limpios, trocea y escalda en una cacerola con agua durante 3 o 4 minutos.
Saca los puerros y deja que escurran toda el agua.
Aparte, en una sarten con unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra, pon la cebolla cortada en juliana y agrega los puerros con una pizca de sal.
Los puerros y la cebolla deben quedar transparentes y blanditos, no dorados. Reserva.
Cuando tengamos los puerros y cebolla atemperados, los pones en un bol junto a 3 huevos, pimienta negra, el requesón y mezclamos bien.
De esta manera ya tenemos el relleno.
Coge la masa y extiende sobre el molde que vayas a usar. Adáptala con los dedos y recorta el sobrante, que debes guardar para otras elaboraciones o decorar tu pastel.
En mi caso el molde es desmoldable de 24 cm de diámetro por 5 de alto.
Una vez tengas extendida la masa pincha el fondo con un tenedor para que no suba. Si quieres puedes poner legumbres para añadirle peso. Hornea unos 5 minutos.
Pasados los 5 minutos saca el hojaldre del horno y vierte tu relleno.
Llévalo de nuevo al horno por espacio de 20 minutos o hasta que veas que el relleno ha cuajado y el hojaldre esté dorado.
Finalmente, pica finamente algo de puerro crudo, a mi me encanta.
Añade queso de diferentes variedades rallado como un extra.
En suma un plato sencillo pero irresistible que podrás saborear en muy poco tiempo.
- 3 huevos tamaño L
- 4 puerros
- 1 cebolla dulce
- 1 lamina de hojaldre
- Sal
- Pimienta negra
- 100 ml. requesón
- 50 ml. aceite oliva virgen extra
- 50 g. mezcla de quesos
- Primero, precalienta tu horno a 200º, al tiempo que sacas tu placa de hojaldre del frigorífico para que se atempere.
- Mientras, limpia unos puerros de tierra, si la tuvieran, bajo el grifo, haciendo una incisión en forma de cruz, en su parte verde.
- Una vez limpios, trocea y escalda en una cacerola con agua, durante 3 o 4 minutos.
- Saca los puerros y deja que escurran toda el agua.
- Aparte, en una sarten con unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra, poca la cebolla cortada en juliana y agrega los puerros. Agrega un poco de sal.
- Los puerros y la cebolla deben quedar blanditos, no dorados. Reserva.
- Cuando tengamos los puerros y cebolla atemperados, los pones en un bol junto a 3 huevos, pimienta negra y el requesón. Mezcla bien.
- De esta manera ya tenemos el relleno.
- Coge la masa y extiende sobre el molde que vayas a usar. Adáptala con los dedos y recorta el sobrante, que debes guardar para otras elaboraciones o decorar tu pastel.
- En mi caso el molde era desmoldable, de 24 cm de diámetro y 5 de alto.
- Una vez tengas extendida la masa, pincha el fondo con un tenedor para que no suba. Si quieres puedes poner legumbres para añadirle peso. Hornea unos 5 minutos.
- Pasados los 5 minutos, saca el hojaldre del horno y vierte tu relleno.
- Llévalo de nuevo al horno, por espacio de 20 minutos o hasta que veas que el relleno ha cuajado y el hojaldre esté dorado.
- Añade mezcla de quesos rallados como un extra.
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