Estas torrijas caseras de leche son un clásico en Semana Santa en Andalucia y en mi casa.
Si no hago torrijas en Semana Santa, pues, que es como si no hubiera llegado.
Una semana especial llena de tradiciones. Muchas de ellas tienen que ver ,con la gastronómico y , en especial, con la repostería.
Es tiempo de “torrijas, empanadillas o borrachuelos, un espectacular bocado con vino Moscatel y anís seco y gachas propias de la vigilia.
Una gran variedad de dulces típicos que se consumen en ciudades y pueblos de toda España por estas fechas.
Realmente esta receta casera de torrijas es la receta de casa de toda la vida.
Mi madre siempre hacía torrijas que gustaban a todos, arroz con leche o gachas, pestiños; era verdaderamente difícil elegir. A mí me sigue resultando dificil la elección entre torrijas y unas suaves gachas tradicionales , que me entusiasman y que os recomiendo también.
Es un dulce humilde, pero delicioso, elaborado con unos ingredientes tan básicos que te permite hacerlas en casa en cualquier momento y sin dificultad alguna. ¡No tenéis excusa! N-I-N-G-U-N-A.
Suelen hacerse por Navidad igualmente, pero yo no tuve oportunidad de probarlas, entre otras cosas porque no las hice y me incliné por elaborar otro tipo de dulce tipicamente navideño como los polvorones caseros, que son de mis preferidos.
¿No todos los días tenéis la oportunidad de poder daros un homenaje con unas torrijas hechas en casa , y sobre todo con mucha ilusión y mucho cariño?
Supongo que habreis contestado que no. Yo tampoco. Por eso, para mi, aunque no me cueste mucho meterme en la cocina a preparar cualquier receta saborear un postre casero como unas torrijas caseras de leche , con mucho cariño, es muy especial para mi.
El aspecto que pueden tener varía dependiendo fundamentalmente del pan que utilicemos en su elaboración y del grosor que les queramos dar.
Su coloración por lo general es bastante oscura, como resultado de la fritura y la incorporación de miel
( aunque ahora después os contaré que yo he hecho trampa, sólo un poco , por aquello de las calorías ¡DICHOSAS CALORIAS! ; no las he frito como suelo hacer siempre y como pide la receta y os anuncio que el sabor es estupendo).
Personalmente, me gustan gruesas y no demasiado grandes.
De este modo si quieres cogerlas con la mano podrás hacerlo sin dificultad.
Si optas por una torrija de mayor tamaño disponla en un plato y ayúdate de cuchillo y tenedor y saboréala lentamente.
La torrija admite variantes como todos sabéis.
En ocasiones torrijas de leche espolvoreadas con azúcar y canela ; otras con miel ( mis favoritas, sin duda alguna), con vino, bañadas en chocolate, rellenas de crema.
La creatividad respecto al “mundo torrija” no tiene límites.
En realidad creo que me quedan muchas por probar y cada Cuaresma se reinventan .
Son todas deliciosas, pero yo que soy muy tradicional prefiero las de leche y con miel de toda la vida, las de casa.
Esta es la receta que solía hacer mi madre y que yo continúo haciendo como cada año cuando llega esta época del año. Sin embargo, mi abuela materna, malagueña como mi madre, tenía más costumbre de hacer roscos que nos esperaban en su casa cuando íbamos a visitarla en vacaciones.
Esta torreja, tostada o torrija, como también se la llama las podemos encontrar por toda la península y fuera también, donde se le conoce como “pain perdu” (pan perdido) francés; las rabanadas ” fatias douradas” portuguesas o los “Arme Ritter” (caballeros pobres) alemanes.
Todos son básicamente lo mismo: un dulce hecho de pan remojado.
La torrija en su historia, cuenta que era alimento de parturientas. Usada para aliviar los temidos dolores y para ayudar a la lactancia. Por aquello de que “de lo que se come se cría” . Se elaboraban en pequeños bocados aunque poco a poco su tamaño fue cambiando hasta llegar a lo que hoy vemos en pastelerías.
Sobre lo que no hay duda es que la torrija tiene una gran capacidad para saciar el hambre y aportar energía .
Son imprescindibles después de una larga noche de procesiones.
En más de una ocasión al llegar a casa un buen vaso de leche y una torrija era todo lo que necesitabamos para recuperar fuerza para el día siguiente.
Cómo hacer torrijas caseras de leche
Su origen como receta de aprovechamiento en las ocasiones en que se necesitaba un alimento completo y barato que permitiera aprovechar lo sobrante en la cocina está muy claro.
De este modo el pan ideal para elaborar este postre debe ser algo duro, de dos o tres días, para que, al mojarlo en leche, la rebanada no se deshaga.
Aunque la torrija admite otros tipos de pan como” brioche” o “bollo suizo“yo utilizo siempre barra de pan del día anterior como siempre ví hacer en casa. Rebanado grueso, porque me gusta asíy no demasiado grande , que sumerjo en leche tipo ” entera” con una rama de canela, una piel de limón, azúcar y un pellizco de sal.
Primero ponemos en un cazo leche y cuando está a punto de hervir se aparta y se deja entibiar. Se cuela la corteza de limón y la rama de canela.
Podemos usar una bandeja amplia que nos deje hacerlas todas a un tiempo y dejarlas que empapen la leche saborizada.
Después, antes de pasarlas por huevo, es un buen truco poner un plato llano grande y sobre él, disponer otro hondo del revés. Podemos ir dejando las rebanadas que irán soltando el sobrante de leche por la pendiente del plato. Es muy práctico que suelten el exceso de leche antes de pasarlas por el huevo.
Segundo, freir nuestras torrijas en aceite suave de oliva virgen extra. Cambiamos el aceite cada 2 ó 3 torrijas porque tiende a ennegrecer y soltar restos de huevo.
No obstante , he seguido la técnica de Martín Berasategui quien carameliza las torrijas en una sartén con azúcar y un poco de mantequilla. Resultan buenisimas y es todo un acierto porque les resta calorías de la fritura.
El azúcar caramelizado da a la torrija un crujiente extra delicioso y obtenemos un crujiente en el exterior y una torrija jugosa por dentro.
Finalmente, y ya sólo apto para los más golosos les he añadido miel, en este caso de acacia, pero con miel de caña quedan espectaculares también.
Yo suelo tomarlas con un vaso de leche o café pero con un té fuerte están deliciosas.
Podéis ir probando cúal es vuestra favorita un poco antes de Cuaresma.
¿ Qué os parece? Espero que os animéis con la receta y me contéis como os ha salido.
- pan duro ( 2 días)
- leche entera 1 litro
- azúcar blanquilla ( 75 grs + 40 grs para caramelizar)
- huevos 3 tamaño L
- palo canela.
- piel limón/ naranja
- pizca sal.
- miel acacia
- mantequilla.
- Poner en un cazo la leche entera con azúcar, canela en rama y piel naranja/ limón y pizca sal.ç
- Cuando esté a punto de hervir, retirar.
- Dejar entibiar. Colar la rama de canela y la piel limón.
- Bañar las rebanadas con la leche.
- Empaparlas bien durante un rato.
- Sacarlas de la leche y escurrirlas usando un plato llano+hondo de revés. De este modo, soltaran el exceso de leche.
- Pasarlas por huevo.
- Disponer una sarten anti adherente.
- Poner mantequilla y azúcar y a medida que se va calentando introducir las rebanadas. Poco a poco, se irán caramelizando y adquirirán ese bonito color dorado.
- Añadir miel (opcional)
Espectaculares fotos.Enhorabuena!!
Gracias Francisco,
Espero que mi trabajo guste cada día más!
Saludos
Ya va siendo tiempo de torrijas y estas se ven de lujo
Probaré lo de añadir azúcar y mantequilla en sartén.
Gracias,
Las torrijas son un postre humilde pero riquuisimo.
Pruebalas y me comentas.
Un saludo.
Deliciosas fotos de un postre tan de nuestra tierra
Qué ganas me han entrado!
Preciosas fotos
Mañana mismo voy a hacer estas torrijas tan especiales.
Se ven divinas.
Gracias Soledad por tus palabras
Las torrijas son tan tradicionales y exquisitas que no debemos perderlas.
Saludos