No hay un postre más agradecido que unas natillas caseras tradicionales.
Creo que en casa siempre vi a mi madre preparar estas natillas caseras.
Probablemente en la tuya también haya una receta de natillas sencilla pero muy especial para ti.
Yo sigo fiel a esta receta que en casa nos encanta y triunfa siempre.
Además de un postre de lo más tradicional y fácil de hacer, siempre me trae recuerdos míos y de mi madre en la cocina viendo como las preparaba.
Estas natillas caseras de vainilla son de esos postres que por simple pereza no hacemos nosotros mismos y se pueden hacer una tarde de domingo con los pequeños, a ellos les encantan.
Probad a hacerlas en casa y notaréis la diferencia entre las vuestras y unas recién traídas del supermercado. No hay excusas para disfrutar este sencillo postre.
¿Dónde está el secreto de unas deliciosas natillas caseras? Pues creo que no hay tal secreto.
Primero tienen una textura cremosa y sabor deliciosos .
Segundo sus ingredientes son tan sencillos que están al alcance de todos.
Tercero se hacen en muy poco tiempo.
Algo realmente bueno si vamos con prisas, además cuajan bien y en poco menos de 3 horas en el frío podremos disfrutar de ellas.
La receta sigue siendo la de siempre, la de mi casa salvo que yo aromatizo con vaina de vainilla y mi madre lo hacía con cáscara de limón.
Unas natillas caseras tradicionales son, sin duda, uno de los dulces más conocidos y preciados de nuestra gastronomía.
Suele ser un postre que aparece en la carta de cualquier restaurante tradicional. Está más que demostrado que gustan a pequeños y mayores por igual.
Aunque su origen es desconocido se cree que es un postre de convento, en concreto de los europeos. ¿Por qué de conventos?
En los conventos se fomentaba la cocina dulce y se cultivaba la austeridad que suponía aprovechamiento de alimentos al máximo.
Además de ser un postre vistoso, de sabor dulce pero sin pasarnos, también es una fuente de nutrientes.
Aunque de forma tradicional se sirven frías y acompañadas de canela y una galleta.
Hasta el siglo XVIII no se tenía constancia de esta tradición. Por ello se tomaban solas con una pizca de azúcar por encima.
En casa no debemos perder nuestros dulces tradicionales y una buena comida debe acabar con un buen postre como las natillas caseras tradicionales con galleta, un sabroso flan de café o también un delicioso arroz con leche.
Sin embargo, no pensemos que todas las natillas son dulces. En países anglosajones y Estados Unidos, se emplean natillas mezcladas con otros ingredientes como relleno de tartas saladas o quichés.
Las natillas son una elaboración indispensable en muchos postres como bizcochos, tartas y repostería en general.
Cómo hacer natillas caseras
Son un postre tan de andar por casa ya aunque siga apareciendo en la carta de postres de cualquier restaurante de renombre, pero reinventadas.
Sin duda, creo que unas buenas natillas son un manjar al que no debemos renunciar.
Pero vamos a la receta que es como un juego de niños. Y precisamente, con ellos podéis hacerla, bajo vuestra supervisión. Seguro que preguntarán sin parar cuando las pueden comer..
Para nuestras natillas debemos poner la leche a cocer con una vaina de vainilla y la piel de medio limón.
Una vez rompa a hervir retiramos del fuego y tapamos. Dejamos infusionar durante 10 minutos todo el aroma de la vainilla y el limón.
Aparte, en un bol mezclamos las yemas con el azúcar. Debe quedar bien ligado.
Ponemos al baño María la mezcla anterior, la leche ya colada y la maizena, que habremos disuelto con un poco de leche fría. Aproximadamente lo tendremos así unos 10-15 minutos.
Finalmente disponemos las natillas en vasitos individuales o boles y los llevamos a la nevera un mínimo de tres horas.
Para mí es importante el detalle de la galleta, me gusta desde siempre.
Me encanta que se ablande con la natilla y suelo espolvorearlas con un buen cacao.
Son un postre de diez pese a su sencillez. Unas buenas natillas son crema a base de leche a la que se puede saborizar.
Las he probado con chocolate, vainilla e incluso hasta con arroz.
Las natillas caseras tradicionales todas ellas, me agradan por su textura cremosa y porque se sirven frías, perfectas para los días calurosos.
Personalmente, prefiero elaborar este tipo de postres tan caseros que además cunden muchísimo y los preparas en apenas veinte minutos que hacer una visita a la pastelería y comprar una deliciosa tarta.
Tu familia y amigos te lo van a agradecer hasta el infinito, ¡tenlo en cuenta!
Contadme si las preparáis y cómo os quedan, seguro que deliciosas.
- 500ml de leche entera ( ½ litro)
- 3 yemas de huevo tamaño L
- 75 grs de azúcar blanco
- 20 grs de harina de maíz ( maizena)
- vaina de vainilla
- piel 1 limón
- canela (opcional)
- cacao polvo(opcional)
- Para nuestras natillas debemos poner la leche a cocer con una vaina de vainilla y la piel de medio limón ( sin añadir ninguna parte blanca pues amargará)
- Una vez rompa a hervir, retiramos del fuego y tapamos. Dejamos infusionar durante 10 minutos todo el aroma de la vainilla y el limón.
- Aparte, en un bol mezclamos las yemas con el azúcar al baño María . Debe quedar bien ligado.
- A l la mezcla anterior añadimos la leche ya colada y la maizena, que habremos disuelto con un poco de leche fría que habremos apartado del total de leche ( no se añade leche extra) . Aproximadamente lo tendremos así unos 10-15 minutos.
- Finalmente disponemos las natillas en vasitos individuales o boles y los llevamos a la nevera un mínimo de tres horas.
- Para mí es importante, el detalle de la galleta, me gusta desde siempre.
- Me encanta que se ablande con la natilla y suelo espolvorearlas con un buen cacao.
Paco
Yo, adicto al azúcar, me dan ganas de dar un lenguetazo a la pantalla del la tablet.
Enhorabuena por la receta, presentación y las fotos espectaculares que has hecho.
Silvia Ramos
Gracias Paco,
Que bien que te apetezcan tanto!
Gracias por tus palabras!
Ana María
Me encanta Silvia, ya sabes que yo me apunto a las recetas sencillas y fáciles de preparar.
Este fin de semana las voy a preparar para sorprender a los de casa.
Silvia Ramos
Que bien Ana que te animes a prepararlas en casa.
A veces con muy poco se consiguen grandes resultados y ésta receta suele encantar por ser muy sencilla y por su sabor.
Un beso.