Esta semana os traigo una receta fácil de yogur casero absolutamente deliciosa.Una receta que tiene su pequeña historia detrás, bueno más bien la yogurtera de mi madre es la que tiene historia.
Desde muy pequeña veía a mi madre hacer yogur casero en yogurtera. ¡Estaban divinos!
Hace no tanto me preguntaba dónde había ido a parar aquel artilugio de los años 80 que en casa se enchufaba durante toda la noche y amanecían unos deliciosos yogures cremosos que eran un visto y no visto y vuelta a empezar.
Hace unas semanas encontré el cachivache en cuestión con su base de color naranja y sus ocho vasitos de cristal con sus tapas.
Me ilusioné tanto porque me traía tantos recuerdos y pensé que quizá funcionaría. Pero no fue así.
Cada día que pasa estoy más convencida de que comer lo más natural y fresco posible es garantía de salud.
Por eso la idea de hacer en casa un riquísimo y saludable yogur me encanta.
Lo tenía clarísimo. Lo que no me apetecía en absoluto, era comprar una yogurtera nueva y acumular un nuevo trasto en la cocina.
Así que indagué cómo podía hacer un rico yogur casero sin yogurtera de una manera fácil.
El sabor de lo elaborado en casa tiene un valor añadido que lo convierte en mejor.
No hay nada comparable en la estantería de un supermercado por muy atractivo a la vista que parezca. Quizá el envase o “packaging” lo sea, pero el interior sabes como yo, que no.
Con los yogures pasa esto. Prueba a hacerlos caseros , son todo ventajas. Veamos…
La primera que es muy fácil y que no necesitas apenas ingredientes.
La segunda que resultan un éxito que te reconocen en casa (que no está nada mal), porque oye ya puestos, de vez en cuando ese reconocimiento es muy de agradecer.
Y la tercera porque aunque lo hace uno personalmente lo normal es compartirlo con alguien, los tuyos.
Y el momento de compartirlo es increíble.
Un buen yogur aporta nutrientes que son básicos para nuestra salud además mejora la absorción de calcio y sus probióticos nos proporcionan beneficios para nuestro organismo.
Nuestro sistema inmunológico se refuerza, prevenimos enfermedades y nos facilita la digestión.
Por tanto, con muy pocos minutos de elaboración y unas 8-10 horas de reposo podemos tener un postre lleno de vitaminas y beneficios fundamentales y encima casero.
El yogur además es un gran aliado en la cocina, no sólo lo tomamos como postre fresco y saludable o entre horas si no que también sirve para elaborar bizcochos, helados, tartas o para realzar cualquier plato a modo de salsa.
En casa somos muy de yogur que tomamos sólo o con otros ingredientes como este yogur con salsa de granadas y nata.
Para elaborar yogur en casa lo que haremos será fermentar la leche a partir de un yogur natural que contiene las bacterias necesarias para llevar a cabo este proceso.
Hay diferentes formas de prepararlo sin recurrir a la yogurtera, como os dije antes éste era mi objetivo así que es posible hacerlo con olla rápida, horno o robot de cocina.
Receta fácil de yogur casero sin yogurtera
Ponemos a calentar la leche fresca a fuego lento en un cazo. Retirarla antes de que rompa a hervir y dejar que que se entibie hasta unos 40-45º (usar un termómetro)
Si no tenéis termómetro podemos recurrir a un truco que funciona; podéis introducir dedo meñique en la leche durante 20 segundos, si aguantáis el calorcito es que está en su punto.
Seguidamente añadimos el vasito de yogur natural entero, azúcar o cualquier endulzante que elijáis; stevia, panela o azúcar moreno.
Podéis añadir si lo deseáis leche en polvo aunque yo no lo he hecho.
Rellenamos un recipiente con boca ancha, como un termo, si lo tenéis que cierre herméticamente o vasitos de yogur individuales con la mezcla anterior y los tapamos muy bien.
Dejamos reposar durante 10 horas a unos 25º/ 30º en un lugar seco y sin corrientes.
Yo simplemente he cogido el termo, lo he envuelto en una mantita y lo he puesto en mi terraza. Aclaro que mi terraza en Córdoba es como un horno sólo era cuestión de esperar unas horas.
Si no tenéis esta temperatura, podéis conseguirla calentando el horno a temperatura máxima durante 5 minutos y apágalo.
En ese momento introduce los yogures tapados y se dejan reposar durante 10/12 horas sin abrir el horno.
Finalmente, dejar enfriar en nevera unas 2 horas antes de consumirlos.
Si queréis mayor cremosidad similar a la de un yogur griego haced como yo y filtrar el yogur con una gasa.
El suero caerá lentamente y el resto será un yogur cremoso, natural y casero.
Además no hay que pasar por alto que podemos elegir la leche que más nos guste vaca, cabra o de oveja
Y es que, con independencia de la leche que utilicemos incluidas las vegetales, los yogures caseros los podemos elaborar con sabores diferentes: té verde, té chaï, con piña colada o con leche de coco.
Nuestra imaginación hecha yogur pero muy sabroso.
Prefiero el natural y en esta ocasión lo he acompañado de semillas de chia, pipas de calabaza y alguna de girasol, fruta, azúcar y albahaca.
Es importante resaltar que al no llevar conservantes artificiales (esto me encanta) estos yogures caseros, hemos de consumirlos pronto.
Sin embargo no creo que vaya a ser un problema ya que dudo que os duren mucho en la nevera.
- 1 litro de leche fresca entera
- 50 grs azúcar (opcional)
- 1 yogur natural
- 3 cucharadas de leche en polvo( opcional)
- Pipas calabaza
- Semillas chia
- Albahaca
- Mermelada de fresa
- Ponemos a calentar la leche fresca a fuego lento en un cazo. Retirarla antes de que rompa a hervir. Dejar que que se entibie hasta unos 40-45º( usar un termómetro)
- Si no tenéis termómetro podemos recurrir a un truco que funciona. Podéis introducir dedo meñique en la leche durante 20 segundos, si aguantáis el calorcito es que está en su punto.
- Seguidamente añadimos el vasito de yogur natural entero, azúcar o cualquier endulzante que elijáis, stevia, panela, azúcar moreno, a vuestra elección.
- Podéis añadir si lo deseáis leche en polvo ( opcional) aunque yo no lo he hecho.
- Rellenamos un recipiente con boca ancha, como un termo, si lo tenéis que cierre herméticamente o vasitos de yogur individuales con la mezcla anterior y los tapamos muy bien.
- Dejamos reposar durante 10 horas a unos 25º/ 30º en un lugar seco y sin corrientes.
- Yo simplemente he cogido el termo, lo he envuelto en una mantita y lo he puesto en mi terraza. Aclaro que mi terraza en Córdoba es como un horno. Sólo era cuestión de esperar unas horas.
- Si no tenéis esta temperatura , podéis conseguirla calentando el horno a temperatura máxima durante 5 minutos y apágalo.
- En ese momento, introduce los yogures tapados y se dejan reposar durante 10/12 horas sin abrir el horno.
- Finalmente, dejar enfriar en nevera unas 2 horas antes de consumirlos.
Maravillosas fotos y exquisita receta cómo siempre!! Enhorabuena y mil gracias Silvia.
Gracias a ti Elena,
Que bien que te gusten mis fotografías y mis recetas.
Besotes.
Excelente receta Silvia.
Gracias Paco
Que bien que te guste esta receta. Resulta tan sencilla que seguramente querrás tú hacerlos en casa.
No te arrepentirás.
Saludos.
MMMM veamos, para hacer yogue, necestas comprar yogur?, y entonces para que quieres hacer yogue, si ya lo tienes comprado?,
Lo que quiero es hacer yogue, NO comprarlo, para eso compro directamente un yogur y me ahorro, todos los componentes para fabrir otro yogur (leche, azucar, etc)
Para mi es de tontos comprar un yogur para hacer otro, lo compro directametne y acabo antes
Pues si, es otra opción y desde luego que acabas antes, no te digo que no.
Pero siempre se ha hecho así y es cuestión de ser un poco friki sobre esto, como soy yo.
Saludos