Cuando el frío asoma por la esquina una receta de sopa de cebolla es perfecta para animarnos cuerpo y alma.
Esta tradicional sopa de cebolla es una de mis recetas preferidas en invierno aunque yo la descubrí en verano y en uno de mis lugares favoritos donde suelo pasar unos días de descanso, el Pirineo Aragonés.
No cabe duda que el valle de Benasque (Huesca) aparte de un lugar de singular belleza, donde poder relajarnos y practicar distintas actividades deportivas posee una gastronomía rica y variada.
Sin duda es la combinación perfecta entre tradición y modernidad.
Sus platos son exquisitos y de calidad pero también humildes y tradicionales a los que les han dado una vuelta y no decepcionan a ningún visitante interesado por su cultura gastronómica.
Ingredientes excelentes y variados como carnes (Cordero y ternera del Valle), verduras y hortalizas de pequeños agricultores locales, legumbres, trucha y bacalao representantes de la pesca en esta zona, caza y las deliciosas variedades de setas y trufas así como postres caseros nos acercan muy de refilón a su apetitosa gastronomía.
Es un acierto tras un día de caminata en verano por sus senderos o de un día de ski, tomar una buena sopa de cebolla.
Debemos saborearla porque reconforta estómago y alma al tiempo que nos transporta a otro tiempo en el que la comida se elaboraba sin prisa.
Esta receta es un poco imaginativa ya que nunca obtuve la receta y eso que la pido siempre que voy.
Celosos de sus recetas y de su tradición. Y no es de extrañar que defiendan lo suyo y se muestren orgullosos de su gastronomía y de sus productos.
Por eso esta receta es mi versión de esa sencilla y humilde sopa pero con un sabor increíble.
La receta de sopa de cebolla es mi manera de interpretar esta delicioso entrante de un maravilloso restaurante del pueblo de Anciles.
Este pueblo está situado a un par de kilómetros de Benasque y destaca por el buen estado de conservación de su especial conjunto urbano, donde la piedra, como pueblo de montaña es la protagonista.
Dar un paseo por sus calles limpias y cuidadas; ver y fotografiar sus solariegas casonas de los siglos XVI y XVII, te hacen viajar en el tiempo.
Y si después de hacer alguna ruta senderista, como la que parte de Eriste y atraviesa el pueblo es excusa más que suficiente para reponer fuerzas y probar sus deliciosos platos.
Estamos casi en invierno y en casa me piden recetas de cuchara: sopas, cremas calientes, guisos, purés y todo lo que nos haga sentirnos mejor y calentitos.
Esta deliciosa sopa de cebolla lo mismo puede convertirse en un gran primer plato en Navidad que plato único en un bol grande para una cena casera con manta y peli incluida.
Una sopa es una elaboración con base líquida, agua o caldo a la que se añaden diferentes ingredientes.
Se diferencia del caldo en que es lo que se obtiene al hervir algún alimento como pollo o verduras; la sopa tiene al caldo como ingrediente.
Estos ingredientes son los que le otorgan características propias a cada una de las sopas y diferente valor nutricional.
Y como en el blog no tenía ninguna receta de sopa me he decidido a poner remedio con esta sencilla receta de sopa de cebolla tradicional y auténtica.
Una receta exquisita y básica en cualquier cocina como veréis.
La sopa de cebolla es una receta típica francesa, aunque goza de gran popularidad en toda Europa.
Aunque muy fácil de hacer, resulta sabrosísima, como casi todo lo que proviene de la cocina francesa.
El secreto es la mezcla de sabores del dulce de la cebolla con un buen caldo casero y el queso.
Simple, nutritiva y muy saludable como su ingrediente principal, las cebollas.
La cebolla es un ingrediente estrella en nuestra cocina quizá porque se conserva durante largo tiempo y se cultiva todo el año.
Hay una gran variedad de cebollas y cada una otorga un carácter diferente a nuestras recetas.
Por lo común cuando se utiliza cocinada aporta un sabor dulce y picante cuando se sirve cruda.
Además en recetas como está es su ingrediente fundamental.
El origen humilde de esta receta es innegable .
Fue comida de campesinos en su inicio, pero su consumo se generalizó y hoy día se sirve en los más prestigiosos restaurantes del mundo.
Si te gustan los platos de cuchara y la sopa ésta receta es sencilla, económica y diferente a cualquier otra sopa.
Cómo preparar sopa de cebolla
En muy poco tiempo y con muy pocos ingredientes puedes saborear una rica y calentita sopa de cebolla. Verás que es bien fácil sorprender a los tuyos.
Vamos a la receta.
Lo primero es tener en casa al menos un kilo de cebollas blancas o dulces (Son las mejores para la sopa de cebolla).
Pelamos nuestras cebollas. Cortamos en juliana o rodajas finas y las doramos en una cazuela a potencia muy suave con aceite de oliva o mantequilla.
No deben quemarse nunca.
Poco a poco las cebollas se irán ablandando. Salpimentamos.
Añadimos una cucharada de harina y seguimos moviendo con suavidad.
Cuando la harina cambie de color es el momento de agregar el vino y llevar a ebullición.
Agregamos tomillo y un buen caldo de pollo o verduras, a vuestra elección y cocinamos a fuego lento durante 30-35 minutos.
Las cebollas deben casi derretirse.
Una vez con esa textura repartir la sopa en boles individuales y cubrir cada uno con queso emmental rallado y un circulo de masa de hojaldre.
Tendremos que sellar muy bien los bordes.
Pincelar la superficie del hojaldre con yema de huevo y hornear a 180º hasta que el hojaldre dore.
- Para 4 personas:
- 8 cebollas dulces.
- 100ml vino blanco
- 100 grs queso emmental rallado
- 1 litro de caldo de verduras o pollo
- lamina de hojaldre
- sal
- pimienta
- 30 grs mantequilla o si preferís aceite de oliva ( 3 cucharadas de aceite de oliva)
- Una cucharada de harina todo uso
- Una ramita de tomillo
- 1 yema de huevo
- Lo primero es tener en casa al menos un kilo de cebollas blancas o dulces.
- Pelamos nuestras cebollas.
- Cortamos en juliana o rodajas finas y las doramos en una cazuela a potencia muy suave con aceite de oliva o mantequilla.
- No deben quemarse nunca.
- Poco a poco las cebollas se irán ablandando. Salpimentamos.
- Añadimos una cucharada de harina y seguimos moviendo con suavidad.
- Cuando la harina cambie de color es el momento de agregar el vino y llevar a ebullición.
- Agregamos tomillo y un buen caldo de pollo o verduras.
- Cocinamos a fuego lento durante 30-35 minutos.
- Las cebollas deben casi derretirse.
- Una vez con esa textura repartir la sopa en boles individuales y cubrir cada uno con queso emmental rallado y un circulo de masa de hojaldre por bol.
- Tendremos que sellar muy bien los bordes.
- Pincelar la superficie del hojaldre con yema de huevo y hornear a 180º hasta que el hojaldre dore.
Hola! He comenzado a seguirte hoy me lo recomendó una amiga tulla,me parece muy interesante tu blot
Y la fotografía muy buena !
Felicidades !!
Gracias Julián,
Encantada de que te quedes por aqui.
saludos
Sí que va apeteciendo ya sopitas calientes.esta en concreto nunca la he hecho,pero tal como la explicas parece facilisimo.mañana mismo la voy a hacer.Gracias de nuevo,Silvia
Gracias Elena
Si que hace tiempo de una sopita caliente y nutritiva como esta.
Fui vista y no vista.
Un beso.
Cómo apetecen ya estos platos en nuestras mesas. Rico, rico, Silvia.