Siempre que hace este calor me acuerdo de la receta de ajoblanco de mi abuela materna, malagueña por supuesto.
Recuerdo los veranos en casa de la abuela y su receta de ajoblanco. Y que bien sentaba después de una mañana de playa aquella sopa fría , bien fría después de unas horas de tostarnos al sol.
De pequeña siempre protestaba, como todos los niños cuando tienen que comer algo a lo que no están acostumbrados.
De poco me valía decir que no porque me lo tenía que tomar. Era eso o nada.
Hoy me parece un entrante absolutamente delicioso, nutritivo y en verano cuando las altas temperaturas llegan al sur es una receta insustituible.
Se trata de una deliciosa sopa servida en frió típica de Málaga, que se hace también en muchas zonas de Andalucía y en Extremadura. Se hace con almendras, miga de pan y ajo y el resultado es un plato refrescante ideal para combatir los días calurosos del verano.
La receta del ajoblanco o ajo blanco es muy sencilla y fácil de elaborar. Aunque como en casi todas las recetas tradicionales, en cada casa se prepara de una forma, al gusto de la familia.
Intento que con esta sopa fría malagueña tengáis una base. La más clásica de las recetas, la que encontramos en “El libro de la cocina española” de Nestor Luján y Juan Perucho con receta del cocinero malagueño José Gómez González.
Siguiendo esta guía es muy fácil aunque he preguntado a mi familia y me cuentan que no hay dos ajoblancos iguales.
Pero hoy en día existen multitud de variedades: hay quien añade leche incluso leche de almendras para resaltar el sabor de estas– y es habitual acompañarlo de distintas guarniciones como uvas, manzana, melón.. un plato presente en las cocinas nacional y europea.
Alguno lo llama gazpacho blanco y está de moda.
En casa nunca falta , servido en vaso o en un cuenco , sólo o con guarnición un refrescante ajoblanco malagueño aunque vamos alternando con el salmorejo cordobés, otro excelente primer entrante , gazpacho andaluz o la mazamorra cordobesa que resulta igualmente deliciosa.
Su origen es incierto, pero ya en tiempos de Al-Ándalus, en los antiguos romances del sigo XIII y por supuesto en “El Quijote” esta sopa ya se tomaba de forma muy similar a la que tomamos hoy.
Receta muy sencilla de elaborar y además muy nutritiva en verano, ya que se usaba en épocas de mucho calor, cuando el hombre y la mujer trabajaban en el campo mano a mano, con pocas ayudas tecnológicas y lo único que tenían eran sus manos y algunas aperos de labranza.
Esta comida siempre se ha considerado un plato humilde sirviendo de abastecimiento a las familias durante la Guerra Civil y posterior Pos-Guerra Española. Algo que no quita que sea un plato rico y muy nutritivo.
Una sopa fría humilde, muy cremosa que resulta una propuesta ideal para comenzar una comida o cena de verano.
Cómo se hace el ajoblanco malagueño
Creo que hay motivos de sobra para prepararlo en verano porque apetece un montón.
Con sólo ocho ingredientes: pan, almendras, ajo, agua, aceite de oliva virgen extra, sal y vinagre y en unos 20 minutos podeis disfrutar de esta deliciosa receta.
Luego hay que decir que la calidad de los ingredientes cuenta y mucho en un plato sencillo.
Un ajo rojo de la zona de Montalbán (Córdoba) se agradece; la almendra Marcona a ser posible, un buen aceite de oliva virgen extra , pan de miga sal y un vinagre decente y el éxito está asegurado.
Tradicionalmente, el ajoblanco se elaboraba con mortero, pero no tiene mucho sentido si puedes usar una batidora, o cualquier otro robot de cocina que te facilite el trabajo, ¿ no te parece?.
Para algunos un sacrilegio, pero lo importante es la calidad de los ingredientes.
- Lo primero es poner a remojo el pan . Dejarlo en agua fría para que la miga se vaya ablandando . Quitamos su corteza y reservamos.
- Seguidamente pasamos a escaldar las almendras si tienen piel. No os llevará mas de 2 minutos. Ponéis un cazo al fuego, cuando esté caliente añadimos las almendras en un colador.
- Dejamos enfriar y pelar.
- Los entendidos dicen que deberíamos emplear un mortero o almirez. En casa yo he utilizado un vaso batidor y queda genial.
- Si os animáis a probar, podéis majar en un mortero los ajos y las almendras con un poco de sal.
- Respecto al ajo, dicen que 1 por persona. Creo que queda muy fuerte. Con 1 diente de ajo es suficiente y hay que quitar el centro para que no repita.
- Luego añadir el pan remojado y hacer una pasta a la que vamos añadiendo aceite, ligándolo bien.
- Se le añade el vinagre ( Jerez es el que yo utilizo) y agua bien fría.
- Dejarlo enfriar unas horas.
Es una de las sopas frías estrella del verano.
Ideal en días de calor intenso en el sur y magnífico entrante en almuerzo o cena.
Se presenta habitualmente en vaso o en bol con guarnición preferida.
De un tiempo a esta parte, el ajoblanco se ha convertido en un plato muy popular en las cocinas de los mejores chefs de toda Europa.
El primer sábado del mes de Septiembre en la localidad malagueña de Almáchar se celebra el ” día del Ajo blanco,” reclamo turístico y gastronómico para esta pequeña localidad que vive del cultivo de las vides de uva Moscatel.
Ese día sus estrechas calles son un hervidero de gente deseosa de degustar esta deliciosa sopa fría.
El ajoblanco o ajo blanco como también es conocido no sólo se encuentra en Málaga .
En ciertas zonas de la vega granadina se acompaña de una buena “papa asá” ( patata asada).
No hay excusas para no preparar esta receta de ajoblanco malagueño. ¡Animáos y me contáis que os parece!
- 1 diente de ajo
- 150grs almendra cruda Marcona
- 200 grs miga de pan
- 750ml agua
- 140 ml de aceite oliva virgen extra
- 1 cucharada de sal marina
- 2 cucharadas de vinagre de Jerez
- Acompañamiento: uvas, manzana, melón, membrillo
- Lo primero es poner a remojo el pan . Dejarlo en agua fría para que la miga se vaya ablandando . Quitamos su corteza y reservamos.
- Seguidamente pasamos a escaldar las almendras si tienen piel. No os llevará mas de 2 minutos. Ponéis un cazo al fuego, cuando esté caliente añadimos las almendras en un colador.
- Dejamos enfriar y pelar.
- Los entendidos dicen que deberíamos emplear un mortero o almirez. En casa yo he utilizado un vaso batidor y queda genial.
- Si os animáis a probar, podéis majar en un mortero los ajos y las almendras con un poco de sal.
- Respecto al ajo, dicen que 1 por persona. Creo que queda muy fuerte. Con 1 diente de ajo es suficiente y hay que quitar el centro para que no repita.
- Luego añadir el pan remojado y hacer una pasta a la que vamos añadiendo aceite, ligándolo bien.
- Se le añade el vinagre ( Jerez es el que yo utilizo) y agua bien fría.
- Dejarlo enfriar unas horas.
De nuevo Gracias por otra receta de tan exquisito y fácil plato veraniego!!
Gracias Elena,
Es una receta sencilla que alivia el sofocante calor.
Besos