Esta receta de huevos al plato es de esas recetas que gustan a todos y que a mi personalmente me recuerdan mi infancia y la casa de mis abuelos.
En casa de mis abuelos, siendo pequeña, había gallinas, muchas gallinas.
En general, recuerdo varias cosas; primera, que daban bastante trabajo, segunda, que los huevos eran buenísimos e incluso una tercera, que alguna vez recibí algún picotazo.
Pese a todo yo quería comerlos a todas horas pero lo que realmente me gustaba era ver si habían puesto algún huevo o no, recogerlo y llevarlo a la cocina.
Después le pedía a mi madre que cocinara algo con ellos, era como un juego.
Estos huevos al plato con jamón eran y son una de las recetas con huevo más sencillas y fantásticas que puedo recordar, son la prueba real de que con un buen producto no hace falta mucho más.
En Andalucía es un plato muy común a la par que delicioso y nutritivo.
Esta receta casera y tradicional de huevos te saca de un apuro muy fácilmente ya sea para almuerzo o cena.
Con esta receta uno puede estar seguro que no tener tiempo no significa sacrificar el placer de un buen plato o comida, porque éste plato está buenísimo.
En Andalucía es muy común tomar unos buenos huevos al plato con guisantes o huevos a la flamenca cocinados con más o menos ingredientes, con chorizo y jamón o sólo con chorizo, con pimiento, con pimentón dulce o picante.
Sus ingredientes varían depende de la mano que haya detrás pero lo que no debe faltar es un huevo de calidad.
El resto es poco más o menos arte del cocinero. Una receta sencilla, con pocos ingredientes y muy fácil de preparar.
Pero si eres de los que mueres por mojar pan en una yema de huevo a ser posible líquida, como yo, ésta es tú receta.
El huevo, ingrediente estrella de esta receta tradicional, es un alimento que forma parte de nuestro día a día.
Es un ingrediente muy recurrente, fácil de conseguir y de cocinar, económico por lo que con frecuencia recurrimos a ellos en multitud de elaboraciones.
En casa nos encanta y forman parte de nuestros menús semanales tanto como ingrediente principal como en unos deliciosos huevos rellenos de atún frescos y apetecibles.
Otras veces apetecen más unos huevos fritos marroquíes especiados, espectaculares o también en unos tradicionales guisantes con jamón y huevo o en pisto andaluz.
En cualquiera de estas recetas el huevo aporta sabor y cremosidad.
Por otra parte, podemos decir que el huevo ha pasado por periodos de restricción debido a su supuesto alto contenido en colesterol; falsos mitos que poco a poco van diluyéndose y permiten un consumo normal sin problemas, salvo intolerancias.
Receta fácil de huevos al plato
Unos sencillos huevos al plato se elaboran con una buena cantidad de ingredientes, que como en toda receta pueden varían en función de tus gustos y de lo que dispongas en tu despensa en ese momento.
En este caso, mi receta de huevos al plato es sencilla y con ingredientes básicos; tiene guisantes, jamón, chorizo, salsa casera de tomate, huevos frescos, especias como pimentón Vera y patatas fritas.
Así que vamos allá con la receta..
Preparamos una salsa de tomate casera, aunque si lo prefieres, puedes utilizar una ya preparada y la receta seguirá estando buenísima.
Salsa de tomate casera
Elige 6 o 7 tomates grandes y jugosos, hazles una incisión en forma de cruz en su base y ponlos en agua hirviendo un par de minutos.
Por tanto, si lo hacemos así la piel saldrá fácilmente.
Una vez pelados, rompelos con la mano o utiliza un cuchillo, incluso una licuadora dependiendo de para que preparación uséis la salsa.
Pica 2 o 3 dientes de ajo finamente y sofríe sin quemar, añade sal, una pizca de azúcar e incluso pimienta si te gusta.
Añade los tomates, troceados a cuchillo, mano o licuados y si quieres agrega cebolla, a mi me encanta.
Sólo tienes que añadir los tomates al sofrito junto con el ajo, dejar hervir, bajar el fuego y mantener la cocción durante 40 minutos.
Remueve de vez en cuando sin dejar de vigilar y rectifica de sal si fuera necesario.
Hierve los guisantes
- Por otro lado llena un cazo con agua a fuego medio-alto.
- Una vez que el agua hierva añade sal y guisantes (frescos o congelados, pero no de lata)
- Hierve hasta que se pongan tiernos, será cosa de 10- 15 minutos.
- Retira del fuego, cuela y reserva.
Sofrito
Trocea ajo y cebolla finamente. Reserva.
En una sartén con aceite de oliva a fuego medio-bajo añade la cebolla y el ajo.
Cocina durante 20-25 minutos hasta que adquieran un color semi- transparente.
Añade chorizo en ruedas a gusto.
Agrega el pimentón de la Vera y granos de comino (Si te atreves con el picante, adelante)
Mezcla todo e incorpora la salsa de tomate y un poco de sal.
Cocina durante 4-5 minutos más.
Finalmente añade los guisantes y remueve de nuevo.
Sólo queda repartir parte del sofrito en cazuelas de barro o aptas para el horno.
Separa yemas de claras.
Agrega la clara a la cazuela e introduce en el horno ya precalentado a 170º hasta que cuaje.
Una vez que cuaje la clara, agrega la yema y agrega una pizca de sal (A mí me gusta la yema líquida).
Aunque agregues la yema líquida al mezclar el conjunto se cocinará como el resto.
En este momento también añado un buen jamón a ser posible para que no se seque ni se sale en exceso.
Sólo queda disfrutar con un buen pan porque mojar en esta yema es un verdadero placer.
Si prefieres un plato más contundente o único añade unas patatas fritas cortadas a dados pequeños resultan riquísimo.
¡A disfrutar!
- Media cebolla grande
- 1 diente de ajo
- Salsa tomate ( 4 cucharadas soperas)
- 150 grs. guisantes frescos o congelados ( no de lata)
- 2 patatas para freír grandes
- 120 grs. chorizo
- 120 grs. jamón
- 2 huevos L
- ½ cucharada de pimentón Vera.
- Alguna semilla comino.
- Sal
- Pan
- Salsa de tomate casera
- Elige 6 o 7 tomates grandes y jugosos, hazles una incisión en forma de cruz en su base y ponlos en agua hirviendo un par de minutos.
- Por tanto, si lo hacemos así la piel saldrá fácilmente .
- Una vez pelados, rompelos con la mano o utiliza un cuchillo o incluso una licuadora dependiendo de para que preparación uséis la salsa.
- Pica 2 o 3 dientes de ajo finamente y sofríe sin quemar. Añade sal, una pizca de azúcar e incluso pimienta si te gusta. Añade los tomates, troceados a cuchillo, mano o licuados y si quieres cebolla a mi me encanta.
- Sólo tienes que añadir los tomates al sofrito junto con el ajo, dejar hervir, bajar el fuego y mantener la cocción durante 40 minutos.
- Remueve de vez en cuando sin dejar de vigilar y rectifica de sal si fuera necesario.
- Hierve los guisantes
- Por otro lado llena un cazo con agua a fuego medio-alto.
- Una vez que el agua hierva, añade sal y guisantes (Frescos o congelados pero no de lata)
- Hierve hasta que se pongan tiernos, será cosa de 10- 15 minutos.
- Retira del fuego, cuela y reserva.
- Sofrito
- Trocea ajo y cebolla finamente. Reserva.
- En una sartén con aceite de oliva a fuego medio-bajo añade la cebolla y el ajo.
- Cocina durante 20-25 minutos hasta que adquieran un color semi- transparente.
- Añade chorizo en ruedas a gusto.
- Agrega el pimentón de la Vera. (Si te atreves con el picante, adelante)
- Mezcla todo e incorpora la salsa de tomate y un poco de sal.
- Cocina durante 4-5 minutos más.
- Finalmente añade los guisantes y remueve de nuevo.
- Sólo queda repartir parte del sofrito en cazuelas de barro o aptas para el horno.
- Separa yemas de claras.
- Agrega la clara a la cazuela e introduce en el horno precalentado a 170º hasta que cuaje.
- Una vez que cuaje la clara agrega la yema y agrega una pizca de sal (Me gusta la yema líquida).
- Aunque agregues la yema líquida al mezclar el conjunto se cocinará como el resto.
- Sólo queda disfrutar con un buen pan, porque mojar en esta yema es un verdadero placer.
- Si prefieres un plato más contundente o único añade unas patatas fritas cortadas a dados pequeños resultan riquísimo.
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