La primera vez que probé el falafel de garbanzos fue en una boda judía.
Aquella fue la primera pero no ha sido la última porque realmente me gustó aquella masa especiada, crujiente y acompañada de una salsa fresca de yogur picante debido al ajo.
La combinación resulta extraordinaria, además de fácil de elaborar, deliciosa y saludable.
En mi afán por seguir comiendo legumbre aunque sea verano ya sea en forma de ensalada como una ensalada de coliflor y garbanzo y harissa he descubierto también el falafel de garbanzos.
En general, se conoce al falafel por ser una mezcla triturada de garbanzos, en forma de albóndiga o croqueta, según su forma.
Estos garbanzos triturados han de ser hidratados en agua previamente. No vale que estén cocidos.
Una vez hidratados se les condimenta casi como una albóndiga con cebolla, ajo y distintas especias o hierbas.
La masa del falafel se hace bolas o pseudo bolas más aplanadas, como he hecho yo, para finalmente freírlas en abundante aceite u hornearlas si prefieres una opción más vegana.
Como tal, es una receta ideal para veganos y celíacos, es nutritiva y muy saludable.
Y si te preguntas qué salsa es ideal para falafel, te recomiendo una salsa de yogur que le da un toque fresco y combina perfectamente con el garbanzo.
Particularmente importante, como te decía, es usar garbanzo seco para luego hidratarlo mínimo 24 horas antes como si fueses a hacer un guiso. En mi caso un día y medio.
El garbanzo remojado ya debe poder partirse fácilmente con los dedos.
Además es muy importante secar los garbanzos cuidadosamente. El exceso de agua no permite una masa ligada y poco quebradiza por lo general.
En realidad, un falafel de garbanzos o de cualquier tipo de legumbre como la lenteja poco misterio tiene.
Por lo general, este es el punto de partida, un buen garbanzo, bien hidratado, sin exceso de agua y añadir las hierbas o especias que más te gusten o que tengas en tu despensa.
Así de fácil es hacer un falafel casero. Estarás comiendo legumbre pero de forma diferente.
En suma, una receta bien fácil, deliciosa y nutricionalmente muy recomendable.
Aparte de ser un plato sano y fácil de elaborar admite gran variedad de presentaciones, que por otra parte siempre apetecen: ensaladas, hummus, etc.
De este modo a la hora de disfrutarlo en familia o con amigos puedes ir variando y optar por formar bolas, la más tradicional, como la que hoy te presento y acompañarlo de salsa de yogur.
Quizá también te apetezca acompañarlo de pan de pita, con ensalada o como hamburguesa, todo es posible y muy apetecible.
Es además una comida divertida de esas que apetece disfrutar un viernes o fin de semana, picoteando en casa, donde los cubiertos quedan relegados.
Prueba con pequeños en casa te seguro que disfrutarán haciendo las albóndigas de garbanzos y luego comiéndolas. Casi ni se darán cuenta de que están tomando una nutritiva legumbre.
El falafel tradicional de Oriente Medio se elabora con habas, en Egipto, con garbanzo o con mezcla de ambos. Ninguno se cuece, sólo se remojan como ya te comenté.
Sin embargo, el falafel que más ha triunfado internacionalmente es el que se elabora sólo con garbanzo y que se conoce como la receta original de falafel, como ésta receta de hoy.
Cómo hacer falafel casero de garbanzos
Es realmente fácil saborear un sano falafel en casa con muy poco esfuerzo.
Tan sólo necesitas tener la previsión de poner la legumbre a remojo el día anterior y será coser y cantar.
Primero, debes secar cuidadosamente los garbanzos una vez hidratados.
Segundo, en un procesador o batidora potente, introduce los garbanzos junto a la cebolla, ajo, cilantro fresco y perejil, comino y en mi caso semillas de hinojo, sal y pimienta negra al gusto.
Trituramos bien, quizá en alguna ocasión debas parar y remover con espátula.
Añade harina de garbanzo, esto ayudará a ligar la masa y que no se abra. Agrega también una cucharadita pequeña de bicarbonato sódico, ayudará a esponjar la masa.
Trituramos de nuevo, rectificamos de sal y pimienta si es preciso.
Llevamos la masa a reposo en la nevera, mínimo media hora.
Pasada esta media hora formamos las albóndigas o croquetas de falafel, del tamaño de una nuez.
Calentamos abundante aceite de oliva en un cazo hondo y freímos a fuego medio-alto, dándoles la vuelta para que se doren durante 2 minutos aproximadamente o hasta que alcancen un tono dorado.
Sacamos a un plato con papel absorbente y dejamos escurrir unos minutos antes de servir.
Particularmente, recomiendo tomarlos calientes, porque según pasa el tiempo desde la fritura la costra se pone blanda.
Si te sobran en crudo, congelas sin problema alguno. Resultan estupendos
Admiten multitud de acompañamientos como te comenté pero la salsa de yogur es el acompañamiento perfecto.
Es una salsa cremosa, gracias al yogur, fresca y tiene un punto de limón que me encanta gracias al cilantro y picante del ajo en mi caso.
Receta de salsa de yogur
Mezcla un yogur tipo griego con medio ajo, zumo de medio limón o lima, sal, una cucharada de aceite de oliva y pimienta negra.
Acompañado de una ensalada con pepino fresco y pan de pita.
Sencillamente deliciosos estos falafel caseros.
- 300 grs garbanzos
- ½ cebolla grande
- 2 dientes de ajo (1 para la salsa yogur)
- ½ taza de perejil fresco
- 1 taza de cilantro fresco
- 1 cucharadita de comino (grano o polvo)
- ½ cucharadita pimienta negra
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- Aceite vegetal para freír
- 1 yogur griego (no light)
- zumo de ½ limón
- pimienta negra molida
- ajo
- sal
- Primero, debes secar cuidadosamente los garbanzos, una vez hidratados.
- Segundo, en un procesador o batidora potente, introduce los garbanzos junto a la cebolla, ajo, cilantro fresco y perejil, comino y en mi caso semillas de hinojo, sal y pimienta negra al gusto.
- Trituramos bien, quizá en alguna ocasión debas parar y remover con espátula.
- Añade harina de garbanzo, esto ayudará a ligar la masa y que no se abra. Agrega tambien una cucharadita pequeña de bicarbonato sódico, ayudará a esponjar la masa.
- Trituramos de nuevo, rectificamos de sal y pimienta si es preciso.
- Llevamos la masa a reposo, en la nevera, mínimo media hora.
- Pasada esta media hora, formamos las albóndigas o croquetas de falafel, del tamaño de una nuez.
- Calentamos abundante aceite de oliva en un cazo hondo y freímos a fuego medio-alto, dándoles la vuelta para que se doren durante 2 minutos aproximadamente o hasta que alcancen un tono dorado.
- Sacamos a un plato con papel absorbente y dejamos escurrir unos minutos antes de servir.
Elena
La verdad que es una idea genial para que los niños tomen legumbres.Gracias de nuevoSilvia
Silvia Ramos
Si que es una buenisima idea para que coman mas legumbre.
Ademas se hace muy rápido.
Saludos y mil gracias a ti!
Carmen
Preciosas fotos y estupenda receta para tomar legumbre.
Me animo a seguirla.
Enhorabuena por el blog!