Esta receta de Pavlova rústica es una belleza además de una receta de aprovechamiento.
Pasada ya Navidad, en un suspiro, como casi siempre cuesta volver a la rutina hasta en la cocina. Todo parecía en Fiestas mucho mas divertido y entrañable.
Sin embargo, la rutina hay que retomarla y sobre todo dar salida a lo que hemos acumulado en nuestras despensas.
Por eso, esta pavlova rustica con salsa de albaricoques secos es una belleza de receta, de esas que provocan suspiros .
Sin embargo, que nos os asuste el merengue. Siguiendo unos sencillos pasos el tema “merengue” se puede medio dominar.
Es cuestión de practicar hasta que vaya saliendo. Nada se domina en poco tiempo ; absténganse los poco dulceros o en plena operación “quitar kilos” tras la Navidad.
Como os comentaba al principio es una receta de aprovechamiento porque yo tenia gran cantidad de orejones secos , y es una manera perfecta para disfrutarlos antes que no se puedan comer. Por supuesto que podéis usar frescos, sin duda la receta gana calidad.
Con los secos el resultado es espectacular porque con un pelin entusiasmo consigues un postre que cuando lo llevas a la mesa la cantidad de OH!!! y caras de asombro es difícil de describir.
La Pavlova, tan maravillosa ella, es un postre típico de Nueva Zelanda, que se elabora con merengue y su nombre se debe a la bailarina de ballet, Anna Pavlova o eso cuenta la leyenda.
Se trata de un pastel crujiente por fuera y muy cremoso y ligero por dentro. Su origen es bastante desconocido, aunque hoy día países como Australia y Nueva Zelanda se disputan ser sus inventores.
Suele hornearse y en su elaboración es indispensable el almidón de maíz.
Sin embargo, al ser de pequeño tamaño he usado un soplete para tostar el merengue y le da ese aspecto que a mi particularmente tanto me gusta.
Podéis hacer el merengue a mano aunque, eso si, los antebrazos se os pondrán firmes.
Yo he usado una batidora y realmente se agradece porque el resultado es exactamente el mismo.
La pavlova suele acompañarse tradicionalmente con frutos rojos.
En esta ocasión, he preferido acompañarla de una salsa o mermelada de albaricoques secos, porque me gustan y tenía en casa como ya sabéis.
En este sentido me he permitido dos licencias; primera, no he metido la pavlova en el horno porque era pequeña y me gusta usar el soplete y cómo queda el merengue cuando lo uso y segunda; la salsa de albaricoques, que es deliciosa!
Esta salsa deliciosa como os digo se puede preparar en cualquier época porque disponemos de los albaricoques secos (orejones) en cualquier momento. Basta con picarlos y dejarlos en agua, licor de albaricoque, azúcar, anís estrellado y cardamomo toda una noche y cocer unos minutos más para obtener una pseudo- mermelada estupenda que os sirve para acompañar la pavlova y para degustar con otras recetas.
Animaos a prepararla porque el resultado es fantástico y es realmente una delicia!
Ingredientes:
Para el merengue:
- 3 0 4 claras de huevo tamaño L
- azúcar .
- vinagre 1 cucharadita
- almidón de maíz ( maizena) 1 cucharada.
Para la salsa de albaricoque:
- Cortar los albaricoques secos y disponerlos en un bol, con agua caliente, licor de albaricoque, cardamomo , anís estrellado y dejar reposar una noche.
- Retirar las especias. Poner en un cazo el liquido con los orejones,y llevar a ebullición lenta, durante 25-30 minutos.
- Añadir azúcar entonces y mantener la cocción 30 minutos más. La salsa o mermelada espesará.
Elaboración:
- Elaborar el merengue que en este caso es un “merengue francés”. Un merengue francés es es una espuma endulzada, que se obtiene batiendo clara de huevo, a la que cuando está empezando a espumar se agrega azúcar.
- Es preferible que las claras estén a temperatura ambiente, su volumen aumentará.
- Usar algún tipo de sustancia que estabilice al principio del batido, vinagre, limón o más sofisticado cremor tártaro. Yo use vinagre.
- El azúcar debe disolverse en la clara para que el resultado sea fino, por lo tanto , el tipo de azúcar debe ser muy fino, para conseguir un buen merengue. Por lo tanto, está indicado un azúcar granulado fino, sin llegar a ser azúcar glass.
- El almidón de maíz, en pequeña proporción evita el molesto sudado del merengue una vez horneado.
- Hay que hornearlo enseguida ; de lo contrario, bajara. Hay que colocarlo sobre un papel vegetal, en una bandeja de horno. Dibujamos un circulo con un lápiz, y le damos forma o no . Mantenerlo a baja temperatura entre 90º -130º durante una hora y media y una vez apagado el horno, dejarlo reposar dentro.
- Agrega crema o nata montada y frutas roja. En esta ocasión he salseado con la mermelada de albaricoque. El resultado ha sido estupendo..!
- Para el merengue:
- 3 0 4 claras de huevo tamaño L
- azúcar .
- vinagre 1 cucharadita
- almidón de maíz ( maizena) 1 cucharada.
- Para la salsa de albaricoque:
- Cortar los albaricoques secos y disponerlos en un bol, con agua caliente, licor de albaricoque, cardamomo , anís estrellado y dejar reposar una noche.
- Retirar las especias. Poner en un cazo el liquido con los orejones,y llevar a ebullición lenta, durante 25-30 minutos.
- Añadir azúcar entonces y mantener la cocción 30 minutos más. La salsa o mermelada espesará.
- Elaborar el merengue que en este caso es un "merengue francés". Este merengue , es sencillamente una espuma endulzada, que se obtiene batiendo clara de huevo, a la que cuando está empezando a espumar se agrega azúcar.
- Es preferible que las claras estén a temperatura ambiente, su volumen aumentará.
- Usar algún tipo de sustancia que estabilice al principio del batido, vinagre, limón o más sofisticado cremor tártaro. Yo use vinagre.
- El azúcar debe disolverse en la clara para que el resultado sea fino, por lo tanto , el tipo de azúcar debe ser muy fino, para conseguir un buen merengue. Por lo tanto, está indicado un azúcar granulado fino, sin llegar a ser azúcar glass.
- El almidón de maíz, en pequeña proporción evita el molesto sudado del merengue una vez horneado.
- Hay que hornearlo de inmediato, o irremediablemente bajara, colocandolo sobre un papel vegetal, en una bandeja de horno, dibujando un circulo con un lápiz, y dándole forma al merengue o no , como ha sido mi caso, a baja temperatura entre 90º -130º durante una hora y media y una vez apagado el horno, dejandolo reposar allí.
- Finalmente, suele llevar crema o nata montada y frutas rojas, yo he cambiado un poco y he salseado con la mermelada de albaricoque.
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