Esta espuma de nata y frutos rojos es una de esas recetas que tanto me gustan cuando quiero quedar bien pero no dispongo de demasiado tiempo.
Es una de esas recetas versátiles, agradecidas y deliciosas que te harán lucirte con poco esfuerzo. Créeme que no te miento.
Su textura ligera y refrescante hace de ella el postre ideal para acabar una comida generosa, como la de Nochebuena o Navidad.
Todos queremos tener siempre a mano algunas maravillosas recetas que nos permitan sorprender a familia, amigos y ésta os aseguro es una de ellas.
Supongo que andaréis todos de cabeza en estos días previos a las fiestas.
Son días complicados en el trabajo, ultimando mil cosas, comidas fuera de casa, preparación de recetas y menús, organizar la casa pero es que además queremos sorprender a los nuestros con algo realmente especial y ésta receta lo es.
Suelo hacer esta receta en Navidad por varias razones; aunque la principal es que está deliciosa, es sencilla y puede ser preparada con antelación y servirse en el último momento es que nos permite estar muy poco tiempo en la cocina.
¿A que es una receta perfecta? A mi me lo parece.
Por eso esta espuma de nata y frutos rojos forma parte de mi recetario y ahora del tuyo, si quieres.
Además los frutos rojos o frutillas naturales en postre nos encantan en casa. Y si es con alguna clase de mousse aún más.
Por lo general una mousse o espuma tiene por base la clara de huevo montada a punto de nieve o la crema de leche (nata) que le aportan una consistencia esponjosa.
Las más populares son la mousse de chocolate que en casa triunfa siempre y que os sugiero, pero también son deliciosas las mousses saladas de toda clase de hortalizas e incluso de pescado.
Lo que diferencia a una mousse es, debido a las claras batidas a punto de nieve y esa mezcla con la crema de leche.
El merengue le da una textura única, como de pequeñísimas burbujas.
Debemos tener en cuenta que las mousses caseras llevan huevo crudo, por lo que hay que tener precaución de consumirlas muy rápidamente y mantenerlas en frío.
Sin embargo, esta ligerísima espuma no lleva huevo, por lo tanto no es mousse, en sentido estricto.
Esta espuma puede ser tan dulce como queráis o menos si tenéis que controlar la cantidad de azúcar.
En mi caso, no me gusta excesivamente dulce pero si me gusta el contraste con los frutos rojos.
Los frutos rojos, aportan gran colorido a nuestras recetas, dulces o saladas.
Suelen además ser ricos en vitaminas y poderosos antioxidantes.
¿A quién no le gustan unas moras, grosellas, arándanos o frambuesas? En casa solemos tener casi siempre, frescas (aunque son más caras) o congeladas, que también son muy buena opción.
Hoy en día las solemos encontrar fácilmente en supermercados y en distintos formatos.
Las frutillas frescas, suelo reservarlas para recetas y ocasiones más especiales, como ahora en Navidad porque su sabor y vistosidad hacen de cualquier plato una fiesta.
También se encuentran deshidratadas y congeladas. Son los que se conservan por más tiempo porque son frutos efímeros.
Con estas pequeñas frutillas, podemos dar realce y sabor a todo tipo de platos, incluso salados.
Ideales cuando se trata de potenciar un contraste de sabores, normalmente ácido y dulce.
Nos aportan color y beneficios nutricionales, que son muchos: vitaminas, minerales y antioxidantes entre otros los hacen insustituibles en una dieta equilibrada.
Son especialmente recomendables en nuestros desayunos, ya que tienen menos azúcar que el resto de frutas.
Son además un buen aliado de nuestro sistema inmune.
Aunque son clásicas en recetas dulces es cada vez más usual encontrarlas en recetas saladas como aperitivos, guarniciones o platos principales.
Para llevar a cabo esta receta podéis utilizar cualquier tipo de fruta roja. La que más os guste.
En esta ocasión yo tenía frambuesas y arándanos que son de mis favoritas porque los suelo incluir con mi yogur o con un delicioso porridge.
Pero vosotros podéis añadir las que más os apetezcan: moras, grosella o unas ricas fresas.
Y ya vamos a la receta que es lo que de verdad importa…
Cómo hacer una espuma de nata y frutos rojos fácil
Verdaderamente sencilla como ahora comprobaréis. Se realiza con muy pocos ingredientes y muy básicos.
Elaboración
Lavamos las frutas rojas (frambuesas, moras, arándanos)
Rociamos con el licor (1 cucharada sopera) y espolvoreamos con 1 cucharada sopera de azúcar glass. Dejamos unos 30 minutos en el licor.
Pasados esos 30 minutos las trasladamos a un cazo y mantenemos la cocción durante 8-10 minutos hasta que suelten sus jugos.
Separadamente, batimos la nata con la ayuda de unas varillas eléctricas, que nos facilitaran el trabajo hasta montar la nata como chantilly.
Aparte en otro cuenco o bol, batimos también con varillas las claras con un pellizco de sal.
Una vez montadas las claras, les añadimos el resto del azúcar (1 cucharada sopera o 2 si os gusta más dulce) sin dejar de batir.
Mezclar las claras montadas y la nata montada con movimientos envolventes.
Repartir esta espuma resultante en copas o vasitos de cristal individuales (es mucho más práctico y visualmente muy atractivo).
Salsear con los frutos rojos y mantener en la nevera hasta la hora de servir.
Si sois más golosos de la cuenta siempre podéis añadir un poco de chocolate negro rallado, que es una combinación buenísima o simplemente por sí solo es un postre de diez.
Por eso si te gustan o no tanto estas fiestas, indudablemente una de sus grandes protagonistas es la comida; buena parte de nuestras celebraciones giran en torno a la mesa.
Si el tiempo se te echa encima, toma buena nota de esta receta con la que acertarás por completo.
Y es que la felicidad sólo existe si es compartida.
- 250 grs frambuesas arándanos, moras, grosellas, fresas ( a vuestra elección)
- 2 cucharadas de licor de frambuesa ( cualquier otro que os guste )
- 3 cucharadas soperas de azúcar glass
- 2 claras de huevo tamaño L
- 1 pellizco de sal
- 200 gr de nata liquida para montar
- chocolate negro (opcional)
- Lavamos las frutas rojas ( frambuesas, moras, arándanos, ).
- Rociamos con el licor ( 1 cucharada sopera ) y espolvoreamos con 1 cucharada sopera de azúcar glass. Dejamos unos 30 minutos en el licor.
- Pasados esos 30 minutos las trasladamos a un cazo y mantenemos la cocción durante 8-10 minutos hasta que suelten sus jugos.
- Separadamente, batimos la nata con la ayuda de unas varillas eléctricas, que nos facilitaran el trabajo hasta montar la nata como chantilly.
- Aparte en otro cuenco o bol, batimos también con varillas las claras con un pellizco de sal.
- Una vez montadas las claras, les añadimos el resto del azúcar ( 1 cucharada sopera o 2 si os gusta más dulce) , sin dejar de batir.
- Mezclar las claras montadas y la nata montada con movimientos envolventes.
- Repartir esta espuma resultante en copas o vasitos de cristal individuales ( es mucho más práctico y visualmente muy atractivo).
- Salsear con los frutos rojos y mantener en la nevera hasta la hora de servir.
- Si sois más golosos de la cuenta siempre podéis añadir un poco de chocolate negro rallado, que es una combinación buenísima o simplemente por sí solo es un postre de diez.
Encarna
Me parece un postre fácil y muy rico
Cuántas raciones saldrían??
Silvia Ramos
Hola Encarna,
Es realmente muy fácil para lo lucido que queda.
Esta delicioso!
Con estas cantidades salen como para 5 vasitos de yogur, como los q ves en la foto,pq son botes de cristal reciclados de yogur.
Espero que la hagas y me comentes que te parece.
Un saludo.
UnLugarSingular
Fácil, pero super lucido, ideal para estas fiestas en que andamos de acá para allá
Silvia Ramos
¿De eso se trata, verdad?
Es importante en estas fechas sacar tiempo de dónde escasea
Resulta sencilla pero deliciosa
Un besote
Francisco
Que pinta más buena Silvia.